Mis Inicios

SIN ARRIESGAR.

Durante mis inicios, me exigí alcanzar conocimientos, y pude ser arriesgado, menos con el material atribuido para ello, con acuarelas y temperas de carácter escolar, me fue suficiente para adquirir una comprensión sobre el color, y a pesar de la calidad de las temperas, merecí poder entender mejor el óleo y las pigmentaciones de los acrílicos, pero aprendí que la pigmentación de la acuarela profesional, aguarda muchos mas matices en sus decoloraciones, comprendiendo que, calidad y resultados, se cogen de la mano, y que no obstante en los pigmentos, la base sigue siendo la misma, el color es color.

Nunca es tarde...para aprender.

Hace tiempo que empecé, pero parece ser ayer, y tengo la creencia de que "siempre", se puede empezar con algo nuevo, siempre, se puede aprender más. Pues a la práctica, en el mundo de la pintura existe tal permisión, sea por las diferentes pinturas existentes, como por los elementos a los que distribuirla, pero en la expresión, dependerá la visión de cada uno, pese a que los cánones, siguen decidiendo y esquematizando, aportando claridad y concretando, y todo a varas de medir, entre proporciones, cantidades, líneas y secciones, leyes e incluso números, que van aseverándose por encima de todos los modos de expresión, definidos o no.

Pero caracterizar estilo, trata de personalidad propia, en trazos, colores y estilo, y se hace difícil buscar el propio, todo deriva en una búsqueda, de los colores predominantes de uno mismo, que brinden algo más que el mismo color, un carácter en las obras, distantes entre ellas, pero reconocidas por el espectador.

Cuando empecé con el dibujo, fue casi casual; una espera, entre un folio de papel y lápices, con ellos, una casa de paredes y techos derruidos, con hierbas en sus alrededores, pinos y palmitos. Pero no, no sentí el gozo de lo exclusivo, de la buena hoja de grama gruesa y el buen carbón, aquel que se deja su pigmentación, en base a la presión sobre el papel. Y es del todo indiscutible, que lo ofrecido por los lápices, no me discrimina mis trazos, pues me han concretado mi capacidad, para devenir en poder comprenderme mejor, e incluso desde mis errores.